Creación artística y asesoramiento filosófico

La creación artística y el asesoramiento filosófico son dos aspectos de un mismo proceso, que en última instancia apunta hacia una vida creativa y plena de sentido. Arte y filosofía, creatividad y sentido, son por tanto sustancias complementarias, que se potencian mutuamente.

En sentido radical decimos que todos somos artistas y filósofos de nuestra propia vida. Con mayor o menor acierto y más o menos consciencia, creamos nuestra vida al darle sentido, y viceversa. Tendemos, de forma natural, a asumir y mantener una determinada visión de la existencia, hasta tal punto que incluso en el caso hipotético de que nos desentendiéramos completamente de ello, o bien delegáramos todas nuestras responsabilidades, solo lo haríamos porque así lo hemos decidido; es decir, asintiéndolo. La responsabilidad última siempre es nuestra, eso es ineludible.

No somos libres para elegir lo que nos pasa, una seguridad completa o el control total sobre nuestra vida es un sueño inalcanzable, más bien una pesadilla. Pero más decisivo que lo que nos pasa es cómo lo interpretamos, y para eso sí que somos libres. En este arte interpretativo, la mejor actuación es siempre la que menos añade y menos pretende añadir. Crear se convierte entonces en asistir a la creación y otorgar sentido a las cosas, en verlas sin necesidad de decirlas.